miércoles, 24 de noviembre de 2010

Alentejo, enoturismo al otro lado.

Alentejo, enoturismo al otro lado. Este es el titulo del articulo que en el periódico de tirada nacional Publico saco sobre nuestros vecinos rayanos.
Una escusa mas para visitar La Codosera, cruzar la raya para degustar sus caldos y sus alimentos. Y si no deseas cruzar la raya puedes adquirir los vino en El Marco o degustar sus platos en los restaurantes de La Tojera o La Rabaza.

Espero que disfrutéis.


La Ruta del Vino de Alentejo penetra en el Portugal más esencial y profundo. Son varios los itinerarios que nos invitan a paladear con toda su intensidad no sólo la secreta delicia de sus vinos. El Alentejo esconde mucho más.

Traspasada la ya inexistente frontera, las tierras del Alentejo se extienden interminables. Las suaves lomas y las extensas llanuras, cuando se hallan libres de encinas y alcornoques, aparecen pulcramente delineadas por inacabables ringleras de viñedos.
Esta región de amplios horizontes, que para la mayoría de los viajeros no es más que la extensa franja de tierra que separa España de Lisboa, fue en tiempos un inmenso campo de trigo. Hoy, los campos sembrados han sido sustituidos por viñedos. Sus vinos, consecuencia natural de este paisaje y del cálido ambiente, están entre los mejores de Portugal.En el Parque Natural de la Sierra de São Mamede, allá en lo alto, se topa el viajero con Castelo de Vide y Marvão, deliciosas villas rodeadas de murallas. Los pueblos y ciudades se suceden sin prisa, espaciosamente, como Portalegre, Crato o Alter do Chão, donde la yeguada más famosa del país adiestra, desde hace siglos, al caballo lusitano.
Divisamos a lo lejos, una señorial herdade en mitad de la nada, como caída del cielo, mientros avanzamos por carreteras sin apenas tráfico. La amplitud alentejana es decubierta por el viajero como una bendición. El itinerario continúa desde Montemor-o-Novo, Arraiolos, Estremoz, Vila Viçosa y Monsaraz hasta Évora, eje de todo el territorio y ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Más al sur, bordeando ya las márgenes del Guadiana y de la impresionante Presa de Alqueva, se distinguen como los pueblos más importantes Mourão, Moura, Vidigueira, Alvito y Viana do Alentejo. Ilustran a la perfección el ambiente propio de Alentejo, con un patrimonio bien conservado, en donde casas de tierra pulcramente enjalbegadas contrastan con la sombra de las calles. Todo, aquí, transmite una sensación de quietud y armonía.
De Rutas
La Ruta de los Vinos del Alentejo está compuesta por tres itinerarios. La ruta de São Mamede debe su nombre al Parque Natural que la ocupa y ahora protege, sin duda uno de los principales atractivos de la región. La Tapada do Chaves o la Herdade do Mouchão son algunos de los ejemplos de las bodegas que se suceden por las localidades de Marvão, Portalegre, Crato, Alter do Chão y Monforte.
La Ruta Histórica es la más extensa y posee el mayor número de productores y bodegas, englobando el área de la ciudad de Évora y el entorno más cercano. Entre otras, tenemos la Adega da Cartuxa, Monte do Pintor, Roquevale, João Portugal Ramos, Couteiro-Mor y la Adega Cooperativa de Borba.
Por último, la Ruta del Guadiana tiene unas características muy diferentes y es una invitación a todos los que aprecian el contacto con la naturaleza. Pasa por Viana do Alentejo, Alvito, Portel, Vidigueira, Cuba, Beja, y Moura, e integra las vinícolas CADE, del afamado tinto Quatro Caminhos y Cortes de Cima, entre otras muchas.
Y vinos
Destacan en el Alentejo diversos variedades o castas, como lo llaman ellos. Las más apreciadas de vino blanco son el Roupeiro de aroma fino y más equilibrado; el Arinto, más versátil; el Fernão Pires, la variedad blanca más plantada en Portugal y el Antão Vaz, de aroma singular y personalizado. Y sobresalen por ser autóctonas otras cuatro de tinto: el Periquita o Castelão, de aroma particularmente afrutado; el Touriga Nacional, emblemático del país; el Trincadeira, de mayor grado alcohólico, y el Aragonez, variedad que se extiende a ambos lados de la frontera.
En Borba hay numerosas bodegas, de las que aquí citamos tres de las más grandes: la Adega Cooperativa de Borba en Rossio de Cima, la bodega de Sovibor en Rua de São Bartolomeu y las Caves Aliança Agricola, las más antigua, cuyo vino más representativo es el Monte da Terrugem. En Estremoz se puede visitar en la Herdade das Carvalhas las Bodegas de Quinta do Carmo. Y también resulta imprescindible acercarse a Redondo y visitar la Adega Cooperativa en la carretera de Évora para probar su Monte da Ferra, para después acercarse a las bodegas de Roquevale en Monte Branco, en la Estrada da Serra d'Ossa.
Gastronomía
La cocina alentejana conserva numerosas recetas tradicionales. Destacan la sopa de cardo, laaçorda de alho (una especie de sopa de ajo), la poejada de bacalhau (bacalao con poleo), elsarapatel (guiso de hígado de cerdo), el ensopado de enguias (guiso de anguilas con patatas y pan), la liebre con judías blancas, además del cordero asado en horno de leña. Los quesos alentejanos también son muy apreciados. Entre los postres destaca la encharcada (dulce de almendra y huevo).

Reproducion del periodico Publico.

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